"Que nadie calle tu verdad"

Hace dos noches hice una de mis tantas cosas de la lista de pendientes: Ver El niño con el pijama de rayas. El libro lo leí, hará en diciembre, un año y ya era hora de ver la película. Me atrevería a decir que es bastante fiel al libro y los personajes principales infantiles me parecieron perfectos. Quizás pondría una pega al padre, soldado, militar, nazi... le faltaba autoridad en muchas ocasiones.
La historia de nazis y judíos está más que machacada tanto por el cine como por la literatura, pero nunca deja de impresionar, indignar, emocionar, doler... Una de las situaciones que me dolió y me emocionó fue el entierro de la abuela. Una señora inteligente que estaba en contra de lo que en Alemania estaba ocurriendo. Para su hijo no era algo desconocido y, sin embargo, permitió que la tumba de su madre pusieran una corona de flores firmado por el Führer. La mujer del militar también conocía los pensamientos de su suegra y, en gran parte, los apoyaba. Intentó quitar ese regalo que seguramente estaba haciendo que la abuela se retorciera en su tumba, pero su marido se lo impidió. Le agarró fuertemente la mano y a la mujer solo le quedó llorar de impotencia.
¿Cómo puede alguien sobreponer los intereses de una nación a los de su propia madre? ¿Cómo puede alguien dejar de sentir a los demás? ¿Qué es lo que se creen que les hace más hombres? Y quizás lo que menos entienda y me moleste: ¿Cómo es posible que hayan sido capaces de callar tantas verdades? Obviamente, si estabas en contra te mataban sin más... ¿eso quiere decir que todos los que se mantuvieron con vida estaban a favor? ¿Vivían engañados o preferían vivir en su propio mundo de mentiras? Los hombres eran reclamados por el ejército y las mujeres se tenían que encargar de la familia. Con la pobreza, el miedo, la guerra... ¿quién iba a pensar en alzar la voz en ayuda de los judíos? Probablemente nadie.
Cuando uno vive sumergido en sus problemas, en dificultades es difícil que pueda ayudar a que otros que están sufriendo no lo hagan. ¿Y eso de quién es culpa? ¿A quién le interesa que no conozcamos lo que está pasando, por ejemplo, en África? ¿A quién le interesa que no haya una posición fuerte y definida contra lo que está haciendo Israel? ¿A quién le interesa hablarnos de crisis, terrorismo, paro, epidemias? ¿A quién le interesa que tengamos miedo, inseguridades? ¿A quién le interesa que pongamos nuestra atención y preocupación en otros temas? ¿Son los políticos, los empresarios, los periodistas? ¿Son todos? ¿Somos nosotros nuestra propia censura? ¿Por qué nos hacen callar nuestra verdad y nosotros lo aceptamos? Quizás porque vivimos suficiente ocupados intentando sobrevivir en este juego que otros han inventado. Una espiral sin principio ni fin. O porque vivimos demasiado cómodos en esta sociedad de mentira.
En cualquier caso, mientras hoy otros no tienen que comer, en dónde cobijarse... mientras hay mujeres y niñas siendo maltratadas, violadas... mientras hay hombres torturados y niños convirtiéndose en máquinas de matar... mientras que poblaciones están siendo masacradas... nosotros estamos aquí, en nuestro cómodo sofá, bajo nuestra acogedora casa con nuestra fantástica película y palomitas de compañía.
Dejemos que callen la verdad, su verdad, nuestra verdad. Total, mientras no nos pase a nosotros qué más dará.

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