El ser periodista para Ben Bradlee

Quizás no podamos citar una definición exacta de lo que es ser periodista para Ben Bradlee. Tal vez necesitemos acudir a su biografía o leer algo delo que haya escrito. Sin embargo, Ben Bradlee lanza en la entrevista, realizada por Juan Cruz y publicada en la edición dominical de El País, pinceladas sobre el ser periodista.
¡Ansias de cambio! Es la más importante pincelada. El deseo de mejorar lo que te rodea y de cambiar el mundo mediante el Periodismo. Escribir noticias que marquen un antes y un después, hacer llegar o difundir aquello que está pasando en algún lugar y que tenga que cambiar. Probablemente esto esté más relacionado con la ética, pero es muy importante. Tenemos un poder en nuestras manos y hay que usarlo para el bien, parar ayudar y para cambiar. A parte, hay que buscar la verdad. Buscarla y contarla, porque de nada sirve guardada en un cajón. Y si para descubrirla hay que desvelar mentiras, se hace. Porque el Periodismo es una profesión para valientes, para personas con principios, que se aferran a ellos aunque estén en medio de una tormenta de la que pueden salir malheridos. Y si perdemos un amigo... ¡Más se perdió en la guerra! En el Periodismo no hay amigos que valgan. Hay contactos y hay fuentes, pero no hay intocables ni privilegiados.
La verdad no entiende de eso. Pero el tener ganas y contar siempre la verdad no te hace periodista. Hay que saber contar la información, hacerla llegar. No hay que escribir novelas cada día, sino noticias echando mano de la superficialidad.
Cuenta la historia, pero no entres en detalles, porque entonces la historia terminará muerta. Hay que saber qué fuentes usar y contrastarlas. Teniendo o usando buenas fuentes nos convertiremos nosotros en una de ellas. Y hay que dejar el cinismo a un lado y ser positivo. Si el Sol luce esplendoroso, no hay que decir que el cielo está encapotado.
Podemos estar más o menos de acuerdo, pero así es un periodista para Ben Bradlee. Él fue así porque amaba la profesión y porque supo escuchar. Y se convirtió en alguien grande, respetado y admirado. Ben es un hombre feliz porque el Periodismo satisface y da felicidad. Lo que pasa es que hay que saber y aprender a vivirlo. Quizás esté siendo demasiado utópico, pero veo en el señor Bradlee una figura, un líder con palabras llenas de esperanza. No está todo perdido mientras se sepa valorar a maestros como él. Como futuro joven periodista, y ya cansado del pesimismo que rodea a la profesión, se me ponen los pelos de punta al ver esa luz en el fondo de este oscuro túnel en el que nos han metido. Y reafirmo mi pensamiento de que si hay que cambiar el mundo, usemos el Periodismo. Si hay que cambiar el Periodismo, nosotros, la nueva generación lo haremos.

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